El año pasado varias organizaciones del Reino Unido, entre ellas la Unión Nacional de Agricultores (NFU), solicitaban como medida prioritaria la introducción del etiquetado de origen de la carne y de los productos lácteos. Con esta medida se perseguía mejorar la transparencia en la cadena alimentaria y la elección de compra, además, con ello se esperaba poder recuperar la confianza de los consumidores, bastante degradada por los diferentes escándalos alimentarios vividos en los últimos años, como el caso de la carne de caballo.
Pues bien, ahora la NFU solicita una nueva medida a supermercados y minoristas, que proporcionen información del país de origen de los productos alimentarios que se comercializan online, ya que de este modo se puede ayudar a los compradores a adquirir productos británicos. Para algunas personas es una medida proteccionista, aunque en esta ocasión ya no se puede hablar de medidas que van en contra del mercado único gracias al Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea).
En el mes de marzo esta organización explicaba que las compras online eran una tendencia creciente, las previsiones realizadas en diferentes estudios así lo mostraban. Podemos poner como ejemplo este informe presentado por el Institute of Grocery Distribution en el que se preveía un crecimiento significativo del comercio de alimentos en el canal online en varios países, destacando un top 10 en el que se encontraba Reino Unido en segunda posición. El estudio realizado en 2015 apuntaba que las ventas online alcanzaban los 15.000 millones de dólares y se esperaba que se incrementaran para el 2020 hasta los 28.000 millones de dólares.
Según la NFU, los consumidores esperan que la experiencia de compra online ofrezca el mismo nivel de precisión en calidad e información de origen que el que ofrece una tienda física. Se denunciaba que la información colgada en la red sobre los productos alimentarios era deficiente, no pudiendo identificar claramente el origen, apuntando además que las fotografías de los productos y las etiquetas que se pueden consultar en las tiendas online no siempre se ajustan a lo que pueden recibir los consumidores. La Unión Nacional de Agricultores consideraba necesario que los minoristas siguieran buenas prácticas en estas cuestiones e identificar claramente los productos británicos.
Incluso proponían la creación de un filtro que permitiera mostrar únicamente los productos británicos, haciendo más fácil la compra a los consumidores que desean adquirir sobre todo producto nacional. La organización proporcionó una serie de recomendaciones en las prácticas online, las tiendas online deben ofrecer el mismo nivel de información que ofrece el etiquetado en tiendas físicas, descripciones más claras y detalladas de los productos, imágenes y fotografías que no induzcan a error, etiquetas visuales, como por ejemplo una bandera británica, que identifiquen al producto nacional e incluir un filtro de nacionalidad como hemos comentado anteriormente.
El presidente de la NFU comentaba que a partir de los estudios independientes que habían realizado en los últimos años, sabían que el 86% de los consumidores querían comprar más comida británica, por lo que agradecerían cualquier acción que respaldara la agricultura del país.
Recientemente esta organización ha realizado una encuesta relacionada con las compras online, según los resultados, cuatro de cada cinco personas adultas apoyan el llamamiento que realiza la NFU para que los productos alimentarios de venta online ofrezcan la misma información que los productos de venta en tiendas físicas. Según los datos, el 81% de los encuestados en el Reino Unido considera que los minoristas online tienen que ofrecer ese nivel de calidad en la información y un 65% de los encuestados valora positivamente la opción de poder tener un filtro para que sólo se muestren los productos nacionales.
La mayoría de los encuestados considera que en lo que se refiere a la carne sin procesar y los huevos, la información que se proporciona es bastante clara, sin embargo, no ocurre lo mismo con los alimentos procesados. En definitiva, se apela al proteccionismo para que las tiendas online ofrezcan la información necesaria y realicen los cambios oportunos para satisfacer la demanda de los consumidores.
En el caso de España y de diversos países comunitarios, muchas empresas se resisten a ofrecer esta información a los consumidores, en muchas ocasiones se alude al mercado único, al riesgo de que pueda fraccionarse, a problemas de logística, a que puede provocar el incremento del precio de los alimentos, etc. Pero lo cierto es que identificar el país de origen de los alimentos ayudaría a reforzar la seguridad, la confianza y ofrecería trasparencia al mercado. Quizá es necesario ser proteccionista, ya que es el único modo de proteger el tejido agroindustrial nacional.
Foto 2 | Robbert Noordzij
