ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Málaga) denuncia el fraude de los limones que se está llevando a cabo en nuestro país, un fraude que afecta a las explotaciones nacionales con las correspondientes fluctuaciones de los precios, y especialmente a los consumidores que creemos comprar limones nacionales cuando en realidad se han producido en Turquía. Continuamente conocemos noticias que en muchas ocasiones son las respuestas a lo que ocurre en el sector de la agricultura española, véase por ejemplo el caso de las patatas viejas y por qué se adoptan iniciativas como la que conocíamos en el post Consumir patatas españolas, ayuda y nos ayuda.
Pero centrémonos en el fraude de los limones, al parecer y según denuncia ASAJA, nuestro país importa limones de Turquía, concretamente de la variedad Interdonato, se trata de un limón híbrido que se originó en Sicilia hace algo más de 100 años. Son limones grandes, de piel amarilla y lisa, con una pulpa de color amarillo verdoso y con pocas semillas. El sabor del limón Interdonato es ácido y presenta ciertos matices amargos, es un limón de calidad que también se produce en España.
La importación de los limones es totalmente legal y no se podría denunciar si además se respetan los acuerdos del volumen de importación, aranceles o precios que se deben pagar, pero la cosa cambia cuando una vez se reciben estos limones, terminan siendo maquillados y comercializados como si se tratase de limones Made in Spain, obviando su verdadera procedencia y defraudando a aquellos consumidores que desean consumir producto nacional por su calidad y porque es el modo más efectivo para ayudar al sector citrícola de nuestro país.
Tampoco podemos entender que, según los datos facilitados por ASAJA, nuestro país producirá suficientes limones como para abastecer al mercado nacional, nada menos que 80.000 toneladas, ¿por qué entonces se importan limones de Turquía?, estas son cuestiones relacionadas con los acuerdos internacionales que se podrían entender, pero no que se engañe a los consumidores vendiéndoles limones turcos como si fueran españoles. Podríamos hacer una comparativa con el caso de la mentira del aceite de oliva de la que se hacía eco un periódico noruego cuestionando la procedencia del origen del aceite de oliva italiano que se comercializaba en el país, de hecho, en realidad era aceite español, de ello hablábamos en el post Aceite de oliva con información obligatoria sobre su origen.
Empresas situadas en zonas citrícolas se encargan de recibir los limones turcos y tras los oportunos cambios, comercializarlos como limones genuinos españoles, así lo afirma Benjamín Faulí, técnico de Frutas y Hortalizas de ASAJA. El fraude de los limones lo realizan empresas que se abanderan en la trazabilidad de sus productos, por lo que hubiera sido interesante señalarlas para evitar comprar los cítricos que comercializan, ya que dañan seriamente la citricultura española y la confianza del consumidor.
A qué se debe esta práctica tiene una respuesta fácil de entender, los limones importados de Turquía no están gravados con impuestos, es decir, cero aranceles, a esto añadimos el precio al que se comprarán y ya tenemos un claro ejemplo de las fluctuaciones del precio de un producto. Recordemos que en ocasiones, cuando hablamos del IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino) nos preguntamos el por qué de las fluctuaciones de precios tan desproporcionadas, esta situación sería uno de esos detonantes que provocarían que los productores nacionales percibieran precios irrisorios por sus productos.
Para rizar el rizo, es interesante saber que los limones turcos no pagan aranceles en Europa, en cambio si España tuviera que exportar limones a Turquía, deberíamos pagar un arancel de más de un 50%, ver para creer… ya lo veíamos en el post El aguacate está en crisis pero puede ser la fruta del futuro, es un ejemplo más de porqué siempre se dan crisis en los alimentos de temporada.
Foto | Dodo Bird
