Parodia de una cata de aguas

En este spot publicitario de Aquabona se realiza una parodia de una cata de aguas, se intenta transmitir que el agua es simplemente agua, mediante un mensaje que parece atacar a las aguas delicatessen. En el spot nos explican que los catadores se hacen los interesantes, realizan aspavientos, ponen cara de conocer y comprender el agua que toman exprimiendo todas sus características. ¿A qué huele el agua?, pues la respuesta que nos proporciona el spot es simplemente, a agua. Finalmente la cata de agua, o mejor dicho los procedimientos de los catadores son tratados como una tontería.

La parodia de una cata de aguas termina argumentando que un agua mineral natural como Aquabona no se puede mejorar, en cambio sí se puede mejorar el envase o su presentación. ¿Qué opinarán los catadores de agua?, los expertos dicen que el agua tiene color, aroma, cuerpo y la tratan como si fuera vino. La cata de aguas es una práctica que se realiza desde hace años, quienes la realizan indican que es necesario poner todos los sentidos a pleno rendimiento dado que las diferencias entre aguas son mucho más sutiles que en los vinos.

Pocos son los paladares que pueden identificar las aguas y desgranar todas sus propiedades, poder hablar de sus características organolépticas y definirlas es complicado. A todo esto hay que añadir que la temperatura, el tipo de copa que se utiliza en la cata o cómo se escancia en la copa son aspectos muy cuidados, se asegura que si las condiciones no son las adecuadas el catador de aguas no puede realizar el análisis con perfección. Con respecto al desarrollo de una cata de aguas, al igual que los vinos, el color se aprecia sobre un fondo blanco, se determina su transparencia, su claridad o reflejos. Se intenta percibir sus aromas, un experto nos puede hablar de matices que posiblemente a la mayoría nos pasarían inadvertidos, pero incluso si nos los explica un catador, dependiendo del paladar, seguiríamos sin apreciarlos.

A la hora de catar el agua se procede a realizar un sorbo de agua y como el vino, se mantiene en la boca unos segundos para posteriormente realizar el paso en boca, ¿es agua dulce, es dura, es agradable, es insípida, es elegante y fresca, o es alcalina? Un sinfín de conclusiones, para unos muy valoradas, para otros una absoluta tontería. La parodia de la cata de aguas puede resultar graciosa, Aquabona es una marca de agua de Coca Cola, la misma compañía que en el año 2004 reconocía en el Reino Unido que su marca de agua Dasani (The Guardian) procedía de la red de abastecimiento de aguas. ¿Si el agua es simplemente agua y no sabe a nada?, ¿por qué declaraba que el agua se sometía a un proceso de purificación mediante osmosis inversa que le otorgaba determinadas características y cualidades? La historia es más larga, resulta que el suministro de Dasani se retiró al haber sido contaminada con un compuesto químico, pero eso ya es otra historia.

Los catadores alaban las virtudes de las aguas con denominación, excéntricas o delicatessen, unos (compañías embotelladoras) nos dan gato por liebre, y otros respetan el producto y lo comercializan tal cual sin esconder su procedencia, un ejemplo es el agua del grifo embotellada Tap´d NY. No es necesario mofarse para intentar incrementar las ventas, bastaba con alabar el nuevo formato del producto, ¿qué opináis del anuncio de Aquabona?

7 comentarios

  • guillermo - septiembre 6, 2011 - 09:54
    #1

    Buenos días,

    Soy publicitario y aunque no he tenido nada que ver con el anuncio conozco a personas involucradas en la campaña.
    Antes que nada habría que tener en cuenta que una campaña publicitaria va dirigida a un público específico, a unas personas y no a otras. En el caso de Aquabona por el tipo de producto, el medio utilizado y la creatividad generada, va dirigida al gran público. Este gran público no creo que tenga ningún interes (ni quizá pueda por poder adquisitivo) ya no solo acudir a una cata de aguas, sino solo disfrutar de un agua «excéntrica y sofisticada con denominación de origen».

    Para estas personas el agua es un commodity, y no un producto gourmet. Por tanto, utilizar un recurso como el de una cata de agua para poner de manifiesto que es un agua «normal» está totalmente justificado. En términos creativos, utilizar una burla a la cata es un guiño, un chiste, si alguien se ha sentido ofendido lo que podría tener es un poco más sentido del humor y disfrutar del reírse de uno mismo.

    Personalmente me gusta mucho el anuncio y, desde mi opinión de consumidor de productos gourmet y admirador de restaurantes de comida elaborada. El negocio de las aguas es muy controvertido, la marca de agua neoyorquina que comentas salió como reacción a una marca que se había pasado de lista, sí. La que pasó de dirigirse a un público sofisticado y con elevado poder adquisitivo al gran público: En NYC se puso de moda el agua Fiji, agua de un país que solo la isla de Manhattan duplica en población. Algo muy complicado de presentar a la concienciada opinión pública de la City.

    Soy admirador de las aguas de lujo por haber creado una nueva categoría, pero como los productos maduros se ha de diferenciar entre públicos, para vender un Ssang Yong (coche para gran público) se burlaban de una pija que normalmente tendría un coche de gama alta, y los BMW, Mercedes, Porsche de turno no se molestaron por la burla… cuando una marca o player de una categoría se molesta por una burla que no afecta a su público objetivo es normalmente por inseguridad. ¿Es este el caso de las aguas de lujo?

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  • VelSid - septiembre 6, 2011 - 10:12
    #2

    Evidentemente el sentido de humor es algo positivo, y la idea de la campaña es divertida. También entendemos que se orienta a un segmento del consumidor. Sin embargo, quizá algunos matices del anuncio pueden molestar a quienes realizan catas de agua y procesan pasión por las aguas delicatessen. No estamos criticando el anuncio en general, sólo opinamos sobre esos matices. Por otro lado, si hablamos de aguas embotelladas, no nos parecen coherentes los precios de algunas aguas exclusivas, tampoco el coste medioambiental de las aguas de consumo habituales.

    Citamos por ejemplo las conclusiones del profesor de Biología José Luis Garrido, para fabricar un plato grande se necesitan 6 litros de agua, para un embalaje de un bocadillo 8 litros, para un vaso de 150 ml. 10 litros, para una botella de 330 cl. 40 litros de agua y así sucesivamente, pero estos son otros temas. En realidad no cuestionamos nada, simplemente destacamos que la parodia es divertida hasta que parecen apreciarse matices de burla. La comparación del trabajo de los catadores de aguas, o las calidad de estas, con lo práctico que resulta un envase no termina de convencernos aunque nos hayamos reído con el anuncio, pero es simplemente una opinión.

    Saludos

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  • Odile - septiembre 6, 2011 - 15:18
    #3

    A mi también me picó un poco el anuncio, porque aunque no sé nada de cata de aguas, yo también siento la diferencia de sabores. Con esto de beber litro y medio a dos litros por día, tienes que beber sin sed y ahí es cuando la diferencia cobra importancia, para mí, claro.
    Hay aguas a las que encuentro «pesadas» y me cuesta beberlas, más si no tengo sed. En cambio hay otras que son «livianas» y puedo beberlas perfectamente con o sin sed.
    Mi familia se ríe un poco de mí, pero es así, no puedo evitarlo!
    Después de ver un vídeo sobre el agua embotellada decidí empezar a beber agua del grifo, pero no puedo! todos dicen que el agua de Madrid es la mejor, pero yo la encuentro pesada y amarga 🙁
    Ya ves, Coca cola, aquí hay alguien que sí se fija en el sabor de las aguas…
    Un saludo

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  • maximo - septiembre 6, 2011 - 21:18
    #4

    Estoy completamente de acuerdo. Son modas y nada más. Es verdad que hay aguas «mas duras» como se dice, pero de eso a que haya una diferencia de 6 euros en una botella, me parece una barbaridad.
    Pienso que algún día se darán cuenta, pero mientras dure siguen viviendo. Me gustaría hacer la prueba de los catadores, hacer una cata a ciegas. ¿Y cómo se llaman los catadores de aguas?.

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  • jj - septiembre 7, 2011 - 14:17
    #5

    El tema de la cata está muy exagerado, pero está claro que hay diferencias entre aguas, si alguien no se lo cree que compre una botella de solan de cabras y una botella de las mas baratas de una gran superficie y compare el sabor. Otra cosa es si tiene sentido pagar 6€/Litro por agua de vete tu a saber donde cuando el agua del grifo no llega a 1 € los 1000 litros, después de todo en una cata se distinguen cosas que cuando estás comiendo quedan enmascaradas con el sabor de los alimentos.

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  • guillermo - septiembre 8, 2011 - 09:08
    #6

    En una campaña de Campofrío se parodiaba a los vegetarianos, en un anuncio de un rasca de la ONCE se parodiaba a un sumiller relatando los ingredientes de una tortilla de patata, en un anuncio de AMSTEL se parodia al genero masculino en general… la publicidad es cultura popular, como los chistes, la TV, las series… no hay que tomarlo demasiado en serio. Justamente en la agencia donde se ha creado el spot se bebe Voss, y entre los publicitarios se ha puesto la moda de llevar botellas de cristal edición limitada al trabajo.
    Lo que deberían de hacer los catadores de agua en vez de ofenderse con un chiste, es ir contra la barbarie que es beber solo agua embotellada, es muy hipócrita defender la sostenibilidad, el medio ambiente o incluso apenarse cuando en nuestro país suceden etapas de sequía mientras afirmamos que «nunca bebo agua del grifo». Ahí deberían trabajar los catadores.
    un saludo a todos y un placer de debate.

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  • Trempao - septiembre 11, 2011 - 00:48
    #7

    Este anuncio de aquabona hay que extrapolarlo al vino, el 90% de los que dicen ser entendidos de vino les ocurre lo mismo que a los actores del anuncio, seguramente les colocan un don Simón reserva añada de agosto de 2011 y nos dicen que se trata de un vino excelente y maravilloso, con un olor y sabor abrutado y un bouquet de lo mas cool.Esto es España señores, el aparentar sin tener ni idea de nada.

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