Demandas contra los productos que tienen un elevado contenido en azúcar y se anuncian como saludables

Recientemente en Estados Unidos, y concretamente en California, se han empezado a interponer demandas contra los productos que tienen un elevado contenido en azúcar y se anuncian como saludables. Kellogg’s, General Mills y Post Cereals han sido demandadas por publicidad engañosa en algunos de sus productos, ya que se anuncian como saludables pero tienen un elevado contenido en azúcares añadidos. Existe una complicación, la FDA no establece que un producto que se anuncia como saludable deba ser bajo en azúcar, por lo que es difícil que las demandas puedan prosperar.

Cereales con elevado contenido en azúcares añadidos

A compañías alimentarias como Kellogg’s, General Mills y Post Cereals les llueven las demandas en Estados Unidos por publicidad fraudulenta, la razón es que anuncian algunas de sus variedades de cereales para el desayuno como saludables y nutritivos, a pesar de su alto contenido en azúcares añadidos. Según los abogados de los demandantes, ese elevado contenido de azúcar se asocia a problemas de salud como la diabetes tipo 2, enfermedades hepáticas, deterioro cognitivo, enfermedades cardíacas y cáncer.

Actualmente no existe una regulación específica que impida que las empresas puedan utilizar mensajes como ‘saludable’, ‘nutritivo’… en función del contenido de azúcar de los productos, sí en cambio cuando el contenido elevado es en grasas o sal. Las demandas interpuestas en el Estado de California (Estados Unidos) se basan en la legislación de este Estado, donde se especifica que las etiquetas alimentarias no pueden contener afirmaciones falsas o engañosas. En las demandas se alega la violación de la legislación sobre la publicidad fraudulenta, las leyes de competencia desleal y la Ley de recursos legales de los consumidores.

El problema es que la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación) no establece que los productos sanos deban ser bajos en azúcar, es como si se hubiera pretendido dar vía libre a la adición de este endulzante. Un ejemplo que se cita alude a los cereales Raisin Bran Crunch de Kellogg’s, una ración de 53 gramos de cereales contiene unos 19 gramos de azúcar, lo que representa el 40% de las calorías del producto. Recordemos lo que explica la OMS (Organización Mundial de la Salud), si el consumo de azúcar no supera el 5% del total de calorías ingeridas al día, se van a apreciar beneficios en la salud. Un 5% equivale a unas seis cucharaditas de café o a unos 25 gramos de azúcar, y son las recomendaciones para un adulto con un índice de masa corporal normal.

Por lo que a pesar de que el producto integre un elevado contenido en azúcares añadidos, tomar una ración se adaptaría a las recomendaciones de la OMS, el problema es que durante todo el día apenas se podría tomar azúcar. Las demandas interpuestas a General Mills son por el contenido en azúcar de los cereales Cheerios de chocolate, los Frosted Cheerios y los Honey Nut Cheerios, en los tres casos su contenido es de 9 gramos de azúcar por ración.

Para los demandantes no se puede hablar de productos sanos y nutritivos, ya que su alto contenido en azúcar es una razón de peso para considerarlos poco saludables. No es que nos pongamos a favor de estas compañías, en absoluto, pero curiosamente, muchas variedades de yogures que se consumen en el desayuno contienen entre 12 y 18 gramos de azúcar por ración, es decir, más que los cereales, y se acompañan de mensajes saludables, pero de momento no se ha interpuesto demanda contra las empresas que los elaboran. Si hablamos de otro producto habitual en los desayunos como puede ser el zumo de naranja de la marca Tropicana, un vaso de esta bebida contiene 22 gramos de azúcar.

Cereales para el desayuno

Para las compañías alimentarias la demanda no tiene fundamento, los cereales se han establecido como un alimento saludable y nutritivo ideal para empezar el día, el hecho de utilizar granos enteros confiere al producto el carácter saludable, además se podría añadir que el contenido en azúcar se enmarca en los valores máximos proporcionados por la OMS. El verdadero problema es comerse una ración de cereales, un yogur, un tentempié a media mañana y otros productos a lo largo del día que contienen más o menos azúcar, la suma total supera con creces lo establecido por la OMS.

Por otro lado, ¿se respetan las raciones?, posiblemente no, merece la pena recordar este post en el que hablábamos sobre varios desayunos populares de algunos países del mundo, resulta que el desayuno popular estadounidense es el más calórico de todos, ya que contiene nada menos que 80 gramos de azúcar repartidos en un bol de cereales, leche, un par de gofres, sirope y un vaso de zumo de naranja comercial.

Del mismo modo que la FDA debe de definir qué es el término “natural” en los alimentos, con el mensaje “sano” en el contexto del contenido en azúcar debería hacer lo mismo, ya que hasta la fecha sólo se ha preocupado por el contenido en sal, grasas y colesterol, motivo por el que los productos cargados de azucares añadidos se pueden etiquetar y comercializar como saludables. Posiblemente tenga algo que ver el hecho de que la industria del azúcar estadounidense subvencionara un estudio realizado en la década de los 60, para minimizar la relación entre el consumo de azúcar y las enfermedades cardíacas, enfatizando que el mayor riesgo procedía del consumo de grasas saturadas, de ello hablábamos recientemente aquí.

Este tipo de demandas son problemáticas, sobre todo sabiendo que según la legislación, no se está engañando al consumidor, a pesar de que se sepa que el alto contenido en azúcar es un peligro para la salud, como ya hemos comentado, la FDA no tiene regulado este tema. Por otro lado, la lista de productos con alto contenido en azúcares añadidos es muy larga, ya hemos citado antes algunos ejemplos. Recordemos que en Estados Unidos ya han puesto en marcha una etiqueta alimentaria que diferencia entre la cantidad de azúcares añadidos y de azúcares naturales presentes en un producto, esta medida se considera un gran avance que ayudará a los consumidores a reducir el consumo de calorías procedentes de los azúcares añadidos. Pero queda pendiente el tema de las declaración “producto saludable” en un alimento que contenga una elevada cantidad de azúcar.

Quizá las demandas no prosperen, pero, sin duda, captarán la atención de la población generando debate y quizá contribuyendo a acelerar la reformulación de productos alimentarios para que contengan menos azúcares añadidos, cosa que algunos fabricantes ya han empezado a hacer. A través de este artículo publicado en Food Navigator USA, podéis conocer más detalles sobre estas demandas, así como la opinión de los abogados implicados en el proceso que consideran que tienen algunas posibilidades de ganar la batalla legal, estaremos atentos a nuevas noticias.

Foto 1 | JeepersMedia
Foto 2 | Thomas Hawk

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