Consejos de seguridad alimentaria para comprar en el mercado de agricultores

En los últimos años, intentando dar un paso atrás a la (a veces) temeraria evolución que experimentamos en distintas áreas, como la comercial, se está volviendo a poner en valor la compra de alimentos directamente del productor, pues son muchos los beneficios, aunque quizá años atrás no se consideraba así porque no había otro modo de comprar. Ahora, con las grandes superficies, en un mismo lugar podemos comprar todo lo que podemos necesitar, pero el problema es que esos espacios también son capaces de generar necesidades (que no son necesarias), entre otras cosas.

En fin, el caso es que a veces es necesario involucionar, y por fortuna, cada vez es más fácil poder acceder a los Mercados de Agricultores incluso en las grandes ciudades, y cada vez más personas es lo que desean porque saben que con ello estarán comprando comida real, dando beneficios a los productores locales o de proximidad, poniendo un granito de arena en el cuidado del medio ambiente, etc. Pero no debemos obviar que hay algunas cosas que, como consumidores, tenemos que tener en cuenta cuando compramos en este tipo de mercados.

Es por ello, que nos parece interesante compartir aquí algunos Consejos de seguridad alimentaria para comprar en el mercado de agricultores, pues es cierto que los grandes intermediarios tienen muchas más exigencias a este nivel, y quienes no están acostumbrados a comprar alimentos producidos por el propio vendedor en puestos o paradas desmontables que se instalan en espacios públicos, quizá no tienen en cuenta lo que os vamos a comentar a continuación.

También hay personas que tienen la idea equivocada de que los alimentos frescos son más naturales y si son ecológicos, no tienen pesticidas, ni hormonas, ni productos químicos… y que se pueden consumir tal cual y sin problemas, pero algunos de los microorganismos patógenos más habituales, los que con más frecuencia provocan intoxicaciones alimentarias, como la Salmonella, la Listeria y la E. coli, están en la tierra y en el agua de forma natural.

Tanto los agricultores y vendedores de los mercados ambulantes, como los compradores y consumidores, deben tener presentes las normas de seguridad e higiene alimentaria, desde las más básicas, de hecho, los ayuntamientos, consejerías y demás, de cada municipio o región son quienes imponen sus normativas específicas. Así que vamos a ver algunos de los principales detalles en los que todo consumidor se debe fijar y otras recomendaciones para que la compra en el mercado de agricultores sea satisfactoria y segura.

– Los vendedores deben tener a la vista un certificado sobre su formación en cuestiones de higiene alimentaria, y por supuesto, después debe mostrar que aplica los conocimientos adquiridos en esta formación. Además, deben mostrar la autorización municipal de venta y vender sólo el producto por el que tenga autorización.

– Las manos deben estar limpias siempre, las uñas limpias y cortas, y se deben lavar tantas veces como sea necesario, si se cambia de alimentos a crudos a preparados, si se tose y se pone la mano, si se toca el dinero para cobrar… y esto se debe hacer igual aunque se utilicen guantes de uso alimentario. Si el vendedor tiene algún corte o herida, debe tenerla cubierta.

– La higiene del vendedor debe ser general, su delantal o su ropa debe estar limpia, el pelo recogido si es largo, etc. Por supuesto, no gustará a ningún consumidor que el vendedor esté fumando o comiendo mientras atiende a los clientes. Además, el orden y la buena organización de la parada también hablarán del buen hacer del vendedor.

– Aunque sea un mercado y no haya muchos recursos, los productos que se deben preservar en frío deben permanecer refrigerados, y los que son calientes deben mantenerse a las temperaturas recomendadas para no dar paso al desarrollo de las bacterias que pueden generar serios problemas de salud a los consumidores.

– El vendedor también debe disponer de un espacio adecuado para colocar los alimentos que se van a vender, tanto los que están a la vista como los que se tienen para reponer. Se recomienda que estén en mostradores a una altura mínima de 80 centímetros del suelo.

– Los utensilios que se utilicen para dispensar los alimentos, pinzas, cuchillos, tablas de cortar, etc., también deben estar limpios, y deben higienizarse y desinfectarse cada vez que se han terminado de utilizar.

– Si se venden productos que se extraen de latas o conservas abiertas, conviene prestar atención al tiempo que llevan abiertas, a qué temperaturas se encuentran (sobre todo en verano), en qué estado están los utensilios con los que los van a servir.

– El vendedor debe informar sobre los posibles alérgenos de los alimentos o productos que vende, separar los alimentos de distinta naturaleza para que no haya contaminación cruzada y proteger los alimentos de condiciones adversas que se puedan dar.

– Si vas a comprar a un mercado de agricultores algunos productos frescos perecederos, como huevos, carne, lácteos y demás, lleva una bolsa térmica para mantener la cadena de frío hasta llegar a casa. Y toma como norma que estos productos deben ser los últimos en comprar para que estén el menor tiempo posible en nuestras manos o en el coche.

– Algo que a muchos consumidores les costará cumplir es que no deben manipular los alimentos que no van a comprar, y el vendedor así lo puede indicar.

Hay muchas otras cuestiones que merece la pena abordar en cuanto a la compra en mercados no sedentarios, como la información alimentaria al consumidor o algunos requisitos específicos dependiendo del producto que se esté comercializando, por lo que será un tema que seguiremos tratando en siguientes publicaciones. Si sois de los que habitualmente queréis comprar alimentos frescos y de proximidad, apostando por la economía local al acudir a los mercados que se instalan en vuestra zona, seguramente tendréis algunos consejos que compartir y algunas dudas que querréis solventar, dejad vuestro comentario.

Foto 1 | USDA
Foto 2 | I love cheese

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