Según los resultados de una investigación realizada por expertos del Instituto de Investigación Alimentaria de Corea, la Universidad Nacional de Seúl y la Universidad Nacional de Chungnam, el consumo de chocolate negro modifica el microbioma intestinal y mejora el estado de ánimo. Así se demuestra según los resultados de un ensayo aleatorio controlado en el que participaron jóvenes mayores de edad sin problemas de salud.
En el ensayo se proporcionó al grupo de participantes 30 gramos de chocolate negro al 85% durante tres semanas, tras este periodo se observó un incremento significativo de los niveles de la bacteria Blautia obeum, microorganismo con características probióticas que varios estudios han señalado por su gran importancia para la maduración de la microbiota de los niños, para los procesos de recuperación de determinadas infecciones, para la regulación de la salud intestinal, etc. Por ello, se apunta a esta bacteria como diana terapéutica para favorecer el equilibrio de la flora intestinal, así como en la relación entre el microbioma y el cerebro en trastornos psiquiátricos.
Merece la pena recordar que en el año 2014 se presentaron los resultados de una investigación que arrojaba más luz sobre los beneficios del chocolate negro, en este caso se determinaba que el proceso digestivo de la ingesta de chocolate negro y la intervención de microorganismos como las bacterias del ácido láctico o las bifidubacterium, proporcionaban esos beneficios ya conocidos como la reducción de la presión arterial, la prevención de enfermedades cardiovasculares, la reducción del riesgo de ictus y cardiopatías isquémicas, etc., por lo que se concluía que el chocolate negro favorece el crecimiento de bacterias que generan compuestos beneficiosos.
Los expertos comentan que se observó que el incremento de la población de la bacteria Blautia obeum se correlacionaba con un mejor estado de ánimo, por lo que este trabajo aporta nuevos datos sobre los posibles beneficios del cacao para la salud, ya que hasta la fecha, la mayor parte de los beneficios han girado sobre todo en torno a los posibles beneficios cardiovasculares por el contenido en flavonoides. Claro, que también hay que destacar que algunos estudios han mostrado que el chocolate rico en cacao tiene la capacidad de mejorar las medidas del estrés porque provoca la reducción de hormonas como el cortisol, que se libera como respuesta al estrés.
En el estudio coreano participaron 48 personas adultas de entre 20 y 30 años sin problemas de salud, se formaron tres grupos al azar, el grupo A recibió 30 gramos de chocolate por día con un 70% de cacao, el grupo B recibió 30 gramos de chocolate negro por día con un 85% de cacao, y el grupo C que participó como grupo de control no recibió el suplemento diario de chocolate. El estado de ánimo de los participantes se evaluó mediante la escala PANAS (Positive Affect and Negative Affect Scale), escala formada por 20 parámetros (10 positivos y 10 negativos) que describen el estado emocional.
Según los resultados obtenidos, las puntuaciones negativas del estado de ánimo se redujeron de forma significativa en el grupo B que consumió 30 gramos de chocolate con un 85% de cacao, pero no se produjeron cambios en el grupo A. Por otro lado, el análisis de la microbiota intestinal mostró que en comparación con el grupo de control, el grupo B tuvo un incremento notable de los niveles de la bacteria Blautia obeum. Por tanto, afirman que este es el primer estudio (aunque nos parece muy muy escueto) que proporciona evidencia científica de que el consumo de chocolate negro influye en los estados fisiológicos y psicológicos.
La conclusión es que el chocolate negro tiene efectos prebióticos a través de la reestructuración de la diversidad y composición de la microbiota intestinal que, a su vez, puede mejorar el estado de ánimo al influir en el eje intestino-cerebro. Para alegría de muchos, cada vez se conocen nuevos datos que muestran los beneficios que brinda el cacao a la salud (que no el chocolate con un porcentaje de cacao inferior al 85%). Podéis conocer todos los detalles de esta investigación a través de este artículo publicado en la página The Journal of Nutritional Biochemistry.
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